Una charla informal con Jaime Hayon

Una charla informal con el artista sobre Talk talk, la nueva colección que lanza con Nani Marquina. 

La relación con Nani Marquina viene ya de hace años. De hecho, esta es la cuarta colección que diseñas para la marca. ¿Qué destacarías de esta relación? ¿Qué la hace especial?

JH: Mi relación con Nani Marquina se basa en una admiración mutua y en una profunda conexión con la artesanía y la experimentación. Desde el inicio, hemos compartido la visión de explorar nuevas formas dentro del mundo de las alfombras, buscando siempre aportar algo diferente. Nani y su equipo tienen una sensibilidad excepcional para los materiales y los procesos, lo que ha permitido que cada colaboración sea un diálogo enriquecedor entre mi universo creativo y su maestría textil.

Además, Nani Marquina es una persona única, con una sensibilidad muy especial, y creo que esta energía que tenemos entre nosotros nos hace crear proyectos donde la creatividad y el respeto mutuo son la base. Cuando hay esta sinergia, solo puedes crear cosas maravillosas.

En las colaboraciones anteriores, la alfombra se usaba como lienzo. ¿Qué ha cambiado? La aproximación es más parecida al diseño de producto que al diseño de una alfombra.

JH: En esta colección, la alfombra no es solo un soporte gráfico, sino un objeto tridimensional que define el espacio. Se ha trabajado con la idea de volumen, textura y profundidad, alejándonos del concepto pictórico para acercarnos a una exploración más arquitectónica. El diseño no se limita a una imagen, sino que propone una experiencia sensorial y estructural en el entorno.

También hay un aspecto muy bonito en esta colección: la alfombra tiene la silueta de una persona, lo que crea una especie de sombra en el espacio. Esto le da una dimensión más surrealista y permite que, con un poco de imaginación, la alfombra se adapte y genere un momento mágico en el entorno en el que se utilice.

La escala del producto también ha cambiado. ¿Cómo se puede utilizar esta alfombra? Composición/sistema para definir espacios.

JH: Esta colección introduce un enfoque modular y versátil. No se trata solo de una alfombra individual, sino de un sistema que permite crear composiciones en función del espacio y las necesidades del usuario. Puede delimitar zonas, aportar profundidad a una estancia o incluso funcionar como un elemento escultórico dentro del hogar o un espacio público.

La elección del color es un valor muy sensible para ti como para Nani Marquina y es la primera vez que diseñáis juntos un producto totalmente monocromático. ¿Cómo se han elegido?

JH: Como artista y diseñador, el color siempre ha sido un elemento clave en mi trabajo. En este caso, la decisión de trabajar con una paleta monocromática responde a una búsqueda de pureza y atemporalidad.

Para elegir un color, hay que realmente entender cómo funciona. A través de la pintura que he estado desarrollando en estos últimos años, cada día me doy más cuenta de que el color tiene que ser esencial para captar más emoción y dar más profundidad narrativa. En esta colección, hemos explorado tonos que resaltan la textura y la forma, donde la luz juega un papel fundamental en la percepción del diseño. Fue un proceso de selección muy meticuloso, en el que cada matiz debía aportar profundidad sin necesidad de recurrir al contraste gráfico.

¿Esta colección la ha diseñado un diseñador o un artista?

JH: Yo no veo diferencia entre el arte y el diseño, solo es un tema funcional. Cuando se trata de una alfombra, quizás esta diferencia es aún menor, ya que, en realidad, uno, como yo, utiliza un elemento pictórico de su propio universo para establecer un orden en el espacio y crear un momento mágico. En este sentido, la colección no responde a una categoría específica, sino a una exploración creativa que combina ambas disciplinas de manera natural.